Fidel una vez más entre nosotros, los periodistas cubanos y, en esta ocasión, para celebrar en la sede de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) el aniversario noventa de su arribo a la vida; a una vida nutrida de luchas, experiencias y de glorias; a una vida que ya ha pasado a ser eterna por los principios que la han desarrollado, fortalecido y enriquecido para bien de la humanidad (toda) y, en especial, como paradigma para millones de pobres que sufren en carne propia los embates y las consecuencias de un mundo, propiedad absurda e insostenible de unos pocos.

El devenir histórico de nuestro Comandante en Jefe durante más de cincuenta y cinco años trasladados a anécdotas de periodistas que han viajado a otros países junto al Comandante en Jefe, secuencias fotográficas de su devenir histórico dentro y fuera de la Isla –en frecuentes reuniones con gente de pueblo, con dirigentes, con mandatarios de otros países, con héroes anónimos, con luchadores internacionalistas y de la clandestinidad--, en eventos nacionales e internacionales…y, en especial, su estatura como revolucionario de y para todos los tiempos durante los hechos del Moncada, trasladados al auditorio por una de sus más connotadas testimoniantes, la periodista Marta Rojas. Igualmente y, para transmitir su ideario de luchador martiano y como seguidor de las ideas del Apóstol de nuestra independencia, sus trabajos periodísticos en emisoras radiales locales –algunas extremadamente lejanas en la región oriental, y donde elevaba su verbo acusatorio contra tanta ignominia y explotación--; otras, como la habanera COCO donde su dueño, el periodista Guido García Inclán, supo conocer desde un inicio que se hallaba ante un hombre que iba a ser historia. Más tarde y ya en plena lucha insurreccional, desde las elevaciones serranas, su voz al pueblo desde Radio Rebelde siempre imprimiendo confianza y esperanza en la victoria final. Con el triunfo revolucionario y, desde sus momentos iniciales, sus apariciones televisivas fueron periódicas al igual que intensas y profundas sus intervenciones Ante la Prensa…Siempre alertas, siempre convincentes y siempre, al elevarse en voz e imagen, esgrimiendo verdades (muy profundas) y aplastando las mentiras de una clase social que, durante más de dos siglos, vivió y explotó alimentándolas.

“Fidel nos ha regalado en su cumpleaños un ejemplo de resistencia, de patriotismo, de dignidad, de entrega a una causa (…) Hoy no celebramos tan sólo el cumpleaños noventa de Fidel, sino también el contar con una artillería de argumentos, convicciones, de historia, seguridad, firmeza, liderazgo, de amor hacia nuestra nación, hacia nuestra Patria y hacia nuestros símbolos. ¡Eso es lo que hoy estamos también celebrando! Y lo estamos celebrando a la vez por el magnífico trabajo que han realizado los medios masivos de nuestro país. Y estamos celebrando también las condiciones de una especie de alistamiento de fuerzas para juntarnos una vez más en defensa de la Nación y de la Patria”.

Así expresó Antonio Moltó, secretario general de la UPEC, durante una sentida intervención, al igual que las de los prestigiosos periodistas Marta Rojas y Tubal Páez, entre otros.

Rojas recordó que “uno de los artículos más impactantes de Fidel durante la celebración del Centenario del Natalicio de nuestro Apóstol, en 1953,  fue el titulado Para Cuba que sufre –su fotógrafo fue Chenard, caído poco después en el Moncada--; donde se observa la presencia de Martí (…) Importantes también fueron sus intervenciones en una emisora radial muy humilde, La Voz del Aire ( o La Voz de la Antilla), defendiendo a los trabajadores de los latrocinios de los gobiernos de Grau y de Prío Socarrás (…) Incluso, en su partida hacia el Moncada, llevaba consigo discos y documentos para, una vez tomado dicho cuartel, estos fuesen transmitidos y leídos a través de una emisora de radio. O sea, ya tenía pensado que, una vez tomado el Moncada, debía ocupar alguna estación para arengar desde ella al pueblo de Santiago de Cuba”.

Trajo a la memoria también a Raúl Gómez García (caído en el Moncada) y a Jesús Montané (comandante fallecido hace algunos años), quienes “tenían un periódico El Acusador (editado en mimeógrafo), el que emplea Fidel para sus denuncias (…) Periodismo que también tendrá otros tiempos como fueron los sucesos acaecidos producto del secuestro del niño Elián González; la constitución de la Mesa Redonda televisiva; el arribo de la era digital con todos sus ímpetus trajo a Cubadebate; las transmisiones televisivas de Universidad para Todos (…) En todos los momentos de su vida, aún los más dramáticos, estará siempre presente en él la importancia de la prensa”.

En otra parte de su intervención la conocida Periodista del Moncada y Premio Nacional de Periodismo destacó en Fidel que: “No existe un periodista mejor informado en el mundo que Fidel. Cuando no existían los medios digitales que hoy existen, Fidel leía todos los cables --¡absolutamente todos!--, además de la prensa internacional ¡Fidel es un lector impenitente!”.

Por su parte, Páez recordó momentos estelares de Fidel a inicios del triunfo de la Revolución y sus intervenciones televisivas ante periodistas nacionales y extranjeros y, en específico, durante la conocida Operación Verdad  (1), cuando el Líder de la Revolución arremetió contra todo tipo de calumnias planteadas por elementos de la derrocada burguesía y de la contrarrevolución quienes trataron de incriminar las primeras medidas revolucionarias que estipulaban el castigo contra torturadores, asesinos y secuaces del régimen de Batista. En esos momentos Fidel llamó a no amedrentarnos ante la fuerza mediática, ni por la fuerza militar, ni por ningún tipo de poderío foráneo, cuando se tiene la verdad”.

La celebración del Aniversario 90 del Líder de la Revolución cubana trajo consigo además la presentación y venta de la segunda edición ampliada del título Fidel periodista, de la Editorial Pablo de la Torriente. Un volumen compilatorio de textos, notas y selección de trabajos de Ana Núñez Machín y prólogo de Guillermo Cabrera, y que plantea un acercamiento profesional al periodismo realizado por Fidel entre 1952 y 1958. Incluye asimismo la mirada de otros colegas como Ernesto Vera, Juan Marrero, Marta Rojas, Tubal Páez, y Katiuska Blanco.

Finalmente, tuvo lugar la inauguración de una muestra fotográfica y de historietas; convergencia de distintas expresiones gráficas y generaciones en la prensa cubana, y representativa de momentos culminantes en la vida del Líder histórico de la Revolución cubana tomados por lentes paradigmáticos como los de Osvaldo Salas, Liborio Noval, Pablo Caballero, Jorge Oller, Raúl Corrales, Alberto Korda y José Agraz, entre otros. Asimismo, se descubrieron noveles trazos de jóvenes historietistas quienes regalaron dos títulos a Fidel en su Cumpleaños noventa: Tiempo de cocuyos y Fidel, el rebelde.

Este fue el homenaje de los periodistas cubanos a Fidel, al hombre que nos enseñó a pensar y a creer en el mejoramiento humano; al hombre que nos aleccionó a confiar aún más en nosotros mismos al partir de la fortaleza de Ser revolucionario; al hombre forjador de las miles de acciones contra el subdesarrollo del país y de otras miles, solidarias, en el contexto internacional –reconocidas algunas y otras aún por conocer y que la Historia a su tiempo, nos las sabrá revelar--; al hombre que profundizó en lo más profundo (y valga la redundancia), de nuestras raíces culturales, que enriqueció con su pensamiento y conocimiento científico la vastedad de nuestra Historia al hacernos comprender que hemos sido y seguiremos siendo sus únicos dueños y herederos. Y nadie más fuera de sus fronteras. Al hombre que hizo de nuestras universidades la luz, el rigor y la práctica de Varela, Luz y Caballero y de tantos otros; al hombre que supo ir al frente de sus tropas en Girón, como primera gran derrota del Imperio en este continente; al hombre que elevó sentimientos, hizo latir corazones y levantar de sus asientos a dignatarios de todas partes del mundo en las Naciones Unidas; al hombre quien mil, millones de veces, y muchísimas más tendremos como estímulo en nuestras mentes los ejércitos de batas blancas, de educadores, de defensores de nuestro suelo, y de las ideas exhortándonos a nunca claudicar, a rememorar aquella frase de que “No hay periodismo grande, sin causa grande”, y a beber por siempre y para siempre de ese manantial de principios, acciones y gestas para los cuales ha vivido y continuará viviendo.

En nombre de todos los periodistas cubanos:

¡Gracias Fidel por tu vida y tu obra! ¡Mucha, muchísima salud para ti, junto a nuestro abrazo eterno!

(1) Marzo de 1959: Operación Verdad: La Habana acogió a cerca de 500 periodistas de diversas partes del mundo.