Para algunos jóvenes trovadores el nombre de Alfredo González Suazo o Sirique, no le dice nada, pero la trova tuvo mucho que ver con él.
Empecemos por Sirique, nace en La Habana, 29 septiembre 1895. Era animador trovadoresco en su propia peña en el municipio Cerro. Su oficio herrero, pero se convierte en pionero de la difusión de la trova por la emisora CMCQ en la Loma del Mazo. Comenzó en 1915 con trovadores de su tiempo, como Nené Enrizo y fue cantante del septeto Los Tutankamen junto al timbalero “Chori”.
En 1961, crea la peña más famosa de Cuba, en el barrio de Carraguao, Cerro, su primera peña fue en la Loma Mulata, en una casita en el Cerro. Más tarde se traslada hacia el parque Central, junto a la estatua de José Martí, también en su casa en Universidad 307 donde Facundo Rivero integró el cuarteto y le visitaba Elena Burke y hasta Ernesto Lecuona.
Lo que trascendió como la Peña de Sirique se fundó en 1961, todavía en esa fecha pululaban muchos trovadores por la ciudad. Sirique, organiza su peña en su taller mecánica de la calle Santa Rosa, casi esquina a Cruz del Padre, en el Cerro, cerca del actual Estadio Latinoamericano.
Las reuniones eran los domingos, después del mediodía, Sirique era un aglutinador, persona muy campechana, dicharachera, fue narrador de fabulosas anécdotas y cantador de canciones trovadorescas.
“Por la Peña de Sirique –cuenta Isaac Oviedo– pasó todo el mundo, más que en el Vista Alegre y un ambiente distinto, todo el mundo cantaba. En la peña coincidieron Sindo Garay, Bienvenido Julián Gutiérrez, Salvador Adams, Graciano Gómez, Rosendo Ruiz, El Niño Rivera, El Chori, y se tocaban todos los ritmos cubanos, hasta el montuno y el guaguancó. Otra de las cosas grandes de la peña fue la creación del conjunto Los Tutankamen, que tenía la divisa “un bohemio en cada instrumento y en conjunto un asilo de ancianos. Pero qué piquete. Éramos Sirique, Luis Peña “El Albino”. Manolo Plá, Armando Fernández, Mario Maní, Nené Enrizo, Chuco Arístola, Pedro Mena, Eutemio Abreu y yo, pero aquel grupo era un verdadero espectáculo y fue el alma de la peña de trovadores y sus cayos adyacentes”.
Por su peña, además de los mencionados pasó lo más relevante de la canción cubana: Manuel Corona, Alberto Villalón, Tirso Díaz, Manuel Luna, Guyún y Emiliano Blez, entre otros.
Como dato especial Sirique era abstemio y su peña era libre de bebidas alcohólicas, de ahí la frase “la trova sin trago se traba”. El alcohol no tuvo cabida en este recinto histórico.
Fuente:
Lino Betancourt: “Si se habla de la Peña de Sirique”, Cubadisco, mayo, 2011, p. 41.
Leonardo Padura, Isaac Oviedo: “El tres en Ristre”, J/R, 19 abril, 1987.
Deje un comentario