Una vez más la patria mexicana, su grandeza cultural y solidaridad se evidencian junto a Cuba, su Revolución y sus luchas independentistas en la sede del Centro de Estudios Martianos (CEM).
En esta ocasión un acontecimiento académico unió a los pueblos de Juárez y de Martí con la presentación del Décimo Número de los Cuadernos de Trabajo cubano-mexicanos Chacmool (1), a cargo del doctor Pedro Pablo Rodríguez López y de sus editores, Carlos Bojórquez Urzaiz y Sergio Guerra Vilaboy.
Durante la presentación el doctor Pedro Pablo Rodríguez López destacó, entre otros, el artículo titulado La misma masa de nación, de la autoría del profesor Sergio Guerra Vilaboy, referido a la conmemoración en el presente año, del Aniversario 190 del Congreso Anfictiónico de Panamá
El también Premio Nacional de Ciencias Sociales resaltó el artículo Fidel, primeros días en el exilio, del escritor Mario Mencía –primer biógrafo de Fidel--, quien realiza una valoración “sobre el efecto del exilio en los hombres excepcionales”.
Por su parte, el profesor universitario Guerra Vilaboy expresó sobre Chacmool: “la presentamos en nuestra capital en enero del 2003 asociada al Aniversario 150 del Natalicio de nuestro Héroe Nacional, gracias a la colaboración y solidaridad de un grupo de intelectuales mexicanos y cubanos, quienes abogaban por la unidad, al tenerse en cuenta el contexto de tirantez existente en aquella fecha de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Así la revista o como también se le califica Cuadernos de trabajo cubano-mexicanos, abogó desde su inicio por la autoría de intelectuales reconocidos de los dos países”.
Especificó que esta es una publicación sin fines de lucro y se caracteriza “por estar fuera de los cánones habituales; no incluye traducciones en otras idiomas, va contra viento y marea y se edita con mucho amor y esfuerzo, por incentivar la hermandad entre ambos países y pueblos. Su portada recuerda aquel grabado diseñado por nuestro Apóstol de Chacmool, deidad maya además de la imagen del profesor mexicano Ginón Bojórquez Palma, quien supo transmitir a su descendencia (el ejemplo de Carlos E. Bojórquez Ursaiz) sus conocimientos, amor y fidelidad a la obra martiana.
“En trece años, dijo, hemos publicado diez números y esto destaca muy bien la imagen de la revista y de sus autores; algunos de ellos, desafortunadamente, ya desaparecidos como son los casos de los inolvidables Cintio Vitier y Francisco Gómez Guzmán”, concluyó el estudioso.
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